La flexibilidad es la capacidad que tienen las articulaciones para realizar un movimiento con la mayor amplitud posible. Es imprescindible trabajar la flexibilidad, ya que es una cualidad física básica junto a la resistencia, la fuerza y la velocidad. Un buen aliado para incrementar nuestra flexibilidad es el método pilates.

La falta de flexibilidad puede causar dolores articulares y musculares y consecuentemente el rendimiento y el control muscular se verán afectados negativamente. El sedentarismo puede ser uno de los principales causantes, por lo que mantener una vida activa realizando deporte habitualmente es muy importante para nuestro organismo.

Cuanta más flexibilidad tengamos, más podremos disfrutar de una mayor elasticidad muscular y una mayor movilidad articular. Es importante definir que la flexibilidad no genera movimiento, sino que lo hace posible, por lo que es imprescindible para nuestro día a día y nuestras actividades cotidianas.

Aunque el método pilates también trabaja la fuerza, está basado en estiramientos activos, por lo que, pilates y la flexibilidad son una perfecta combinación a tener en cuenta.

Entonces… ¿Podemos practicar Pilates sin tener flexibilidad?

¡Por supuesto! Un error muy común es pensar que no se puede practicar pilates sin tener flexibilidad, y es totalmente erróneo, ya que precisamente es uno de los factores que se verán afectados positivamente más rápidamente. Además, hay adaptaciones de ejercicios que permiten realizarse sin contar con una gran flexibilidad, los cuáles te permitirán ir progresando poco a poco hasta que consigas la extensión muscular necesaria para realizar la versión ‘original’.

Algunos ejercicios que pueden beneficiar al incremento de la flexibilidad son: la sierra – ‘V’ de pilates, el estiramiento de columna hacia delante, la ‘Short Box Series’ en el reformer, el Arado y la T con estiramiento, entre muchos otros.